KARATE
KIDO

La vida es movimiento, por lo tanto, sentir el movimiento es sentir la vida y la corriente energética en la mano vacía. Así siente la esencia o energía propulsora en la forma.

Las Artes Marciales
no son para el más rápido,
el más fuerte o el más diestro,
sino para aquel cuyo espíritu es puro,
exento de vanidad, de orgullo y de fines egoístas.

Maestro Johann von Katona. Fundador del Karate “Kido”

KARATE KIDO

El Maestro von Katona fundó el Karate “kido” a mediados del siglo pasado y lo difundió principalmente en Mendoza (Argentina). Falleció en el año 1982 y su Escuela quedó a cargo del Profesor Héctor Nodari, quién enseñó este Arte Marcial en Mendoza durante más de 40 años en el Instituto TAOJEN, en el Club Mendoza de Regatas y en el Club de Gimnasia y Esgrima.

Cientos de estudiantes lo practican en Mendoza desde 1965 y más de cien son los Instructores cinturones negros que Nodari ha preparado, de los cuales gran parte continúan con su labor docente en Mendoza, en las citadas instituciones.
Héctor Nodari fue reconocido por el Maestro Tsukasa Kishimoto (Karate goju de Japón), integrante de la WORLD, como Instructor máximo (Shihan) de Karate Kido en el año 1998 con el grado de 6to. Dan. Este grado fue reconocido por la Dirección de Deportes de Mendoza ese mismo año.

Recientemente el Sensei Héctor Nodari ha inaugurado el Dojo TAOJEN en Curauma (Valparaíso), con la finalidad de difundir el Karate Kido en Chile.

KARATE KIDO / FILOSOFÍA

La traducción literal de Karate kido es “camino energético con manos vacías”. Se trata de un arte marcial que desde sus inicios (1965) fue concebido fuera del juego competitivo. Como arte implica una expresión armónica de sí mismo imbuida en una estética, como marcial adopta la conducta digna a partir del autodominio, provisto de una ética.
Desarrolla el entendimiento de que no hay nada seguro, por lo que desaparece la inseguridad. Comprende que las formas, al ser dinamismo puro cambian y por lo tanto, no pueden aportar seguridad. Por el contrario, la esencia, detrás de esas formas es inmutable, es siempre igual a sí misma. De esta manera, se entiende que: la mano (te) cambia, la energía (ki) es siempre igual a sí misma y la concentración en el camino (do) evita la dispersión.
La vida es movimiento, por lo tanto, sentir el movimiento es sentir la vida y la corriente energética en la mano vacía. Así siente la esencia o energía propulsora en la forma. Por otro lado, la respiración refuerza el control y el caudal energético en la acción, optimizando las técnicas. La respiración incide tanto en el cuerpo como en la mente y se manifiesta en la conducta; en consecuencia, al respirar bien se vive bien.
Karate kido no participa en torneos porque considera que toda competencia engendra un estado emocional tenso, lo cual no es saludable. Cuando un karate kidoca logra el control de su emotividad a través de la respiración, comprende que no tiene necesidad de competir, al sentir que su espíritu se eleva mucho más, al compartirse en un sano juego de aprendizaje.
Karate kido no es concebido como defensa personal, pues la idea de defensa implica sostener la guardia alta y gastar mucha energía en ello. Es mucho más inteligente integrar al otro en un juego de aprendizaje, donde ambos vencen al enemigo más importante: el miedo de compartir. De esta manera, Karate kido considera contener la situación con neutralidad.

A Héctor Nodari le fue conferido el 22-1-23 el grado de HANSHI (10° DAN) de la Escuela KARATE KIDO.

Dicho nombramiento fue otorgado por la Asociación de Escuelas del Valle de Uco en Mendoza y reconocido asimismo por los Profesores y Maestros de la Escuela de Karate Kido.

Héctor Nodari comenzó su labor docente en mayo de 1972, en el campo de deportes de la Universidad Católica de Valparaíso, como ayudante del Maestro Johann von Katona(fundador del Karate Kido), en un curso de perfeccionamiento técnico que dictara el Maestro, invitado por dicha institución (PUCV).

Las técnicas buscan contener al ocasional oponente y de ninguna manera lastimarlo. Una sana y respetuosa práctica entre compañeros levanta mucho más el ánimo que la competencia en la
búsqueda de ver quién es mejor.

Sensei Hector Nodari.